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viernes, 2 de septiembre de 2011

Viaje intergaláctico entre la incompetencia y el autor desconocido



El día de ayer me tocó, junto a mis compañeros de grupo, defender a un pobre marciano. Digo pobre porque se le imputa la comisión de un delito, lo que implica encontrarse sujeto a un proceso para él desconocido. Lo cual puede resultar aún más inquisitivo.
Otro de los grandes problemas que puede sufrir este visitante espacial, es ser perseguido por la arrogancia argenta, la cual expresa su egocentrismo y su idea de "yo se más que todos, inclusive más que los marcianos".
Ante esa situación, como defensor, creo haber encontrado argumentos para salvarlo de varias garras, de las garras de la Justicia (supongo que Federal) Argentina, y claro está, de las garras punitivas humanas.
Entonces, a los Fiscales que quieran imputarle a “MI” marciano, el delito de homicidio, doloso o culposo, activo u omisivo; o, ¡¡¡un delito de lesa humanidad!!!! Les digo, No pasarán!

Hechos: dijo el fiscal que mi defendido cayó de su nave en el Río de la Plata, en zona profunda y que nadó hacia la costa (Hechos, estos últimos, que esta parte no cuestiona). Que luego de nadar entre 10 y 20 kilómetros se encontró con un bañista al cual sujetó bajo el agua hasta provocar, por asfixia, su muerte.

Por ello, señor fiscal, señores jueces, el lado profundo del Río de la Plata es el lado URUGUAYO. Que a su vez es de público conocimiento que el lado Argentino del Río de La plata no tiene costa. Por ello mi defendido, que nadó hacia la costa, lo hizo hacia el territorio del hermano país oriental. Que en caso de que este marciano se encontrara con un bañista, no pudo ser en territorio de la República pues, nunca se dirigió, a nado, hacia dicho territorio.

Ante lo expuesto parece pertinente determinar el lugar exacto en donde cayó el marciano, toda vez que al caer en territorio uruguayo y nadar la distancia referida nunca pudo llegar a territorio nacional. A su vez, es necesario determinar si, desde el lugar donde cayó, puede llegar a la costa Uruguaya nadando esa distancia.

Esas cuestiones a determinar probarán que mi defendido cayó efectivamente en el Río de la Plata, en zona profunda, y que nadó una distancia hacia la costa Uruguaya, ello sin llegar a la misma. Que posteriormente, y sin razón alguna, mi defendido fue detenido por la Justicia argentina a raíz de una imputación sobre el delito de homicidio (entre otros), el cual pareciera haber sido cometido por otro sujeto, ya sea marciano o humano.

Conclusión. Si existe interés en saber por qué este visitante se encuentra en este planeta, entonces que se ocupen los uruguayos, que son competentes en razón de que ese hecho ocurrió en su territorio. Ante la lamentable muerte del bañista, habrá que seguir investigando, pues este marciano no fue.

Para terminar, parece necesario agregar una frase, ello por las dudas de que el verdadero autor del crimen sea otro marciano: “es preferible que un culpable quede en libertad a que vaya preso un inocente, ello inclusive, si se trata de un marciano”.



Saludos. Santiago Duhour.


UPDATE: ver comentarios aquí.

6 comentarios:

Alberto Bovino dijo...

¡Genial! Maravillosa entrada...

Mauro Rinaldis dijo...

Espectacular de verdad. Eso sí, pobre marciano con su suerte librada al lado uruguayo...

SDuhour dijo...

Ja, creo que el marciano es mas desafortunado por haber llegado al planeta del prejucio y el estereotipo. Vaya a donde vaya, está jugado.

PD: que bueno que les guste la entrada, gracias por los comentarios!

Silvina Crocenzi dijo...

Excelente!!!! Comparto con Santiago; no se tardaría mucho en incorporar el actuar del marciano dentro de la criminalización primaria... sería un estereotipo más!

Alberto Bovino dijo...

La criminalización primaria es la defimnición legal del delito; los estereotios operan en la criminalización secundaria.

Saludos,

AB

Silvina Crocenzi dijo...

Es cierto! Gracias por la observación y corrección.